Fotografía en tiempos de crisis: descubriendo una pasión!
El mundo cambió drásticamente durante la pandemia de COVID-19. Las calles se vaciaron, los hogares se convirtieron en refugios, y muchos nos encontramos enfrentando desafíos sin precedentes. En mi caso, sin esperarlo perdí mi trabajo y me vi obligada a quedarme en casa, enfrentando la incertidumbre del futuro.
Fue durante esos días de confinamiento cuando decidí embarcarme en un nuevo viaje, uno que me llevaría a explorar un mundo completamente nuevo: el mundo de la fotografía. Con una ilusion de aprender mas sobre este tema, me aventuré a investigar qué tipo de cámara sería la adecuada para mí y entre un mar de opciones, encontré a mi compañera de viaje: la Canon EOS Rebel T7.
Al principio, la cámara parecía ser un misterio inexplicable, no sabia qué hacer con tantos botones y menús, me sentí abrumada por la cantidad de tecnología que tenía en mis manos, pero la curiosidad y el deseo de aprender superaron cualquier obstáculo, convirtiendo a mi camara en una gran compañera y fuente de entretenimiento en esos dias de confinamiento.
Despues de la locura de la pandemia y regresando a mi vida normal deje la fotografia, dejando mi camara guardada y solo la usaba en ocaciones especiales. No fue sino años despues que volvi a sentir ese llamado y esta vez decidí tomar clases de fotografía, con la ilusion y esperanza de que alguien pudiera guiarme a través de ese mundo.
Con el tiempo y la práctica, comencé a sentirme más cómoda con mi cámara, descubrí que cada botón tenía un propósito, que cada menú ofrecía nuevas posibilidades, y lo más importante, descubrí la alegría de capturar momentos y crear arte a través de la lente, por supuesto que para esto tambien influyo la pasion que mi maestro de fotografia siente y transmite a sus estudiantes, motivandome a explorar mas sobre este arte.
Ahora, no puedo imaginar mi vida sin la fotografía, cada día es una nueva oportunidad para explorar y capturar la belleza del mundo que me rodea, cada imagen que capturo se convierte en una pequeña narrativa, una instantánea que retrata la vida que fluye a mi alrededor, y me siento afortunada de poder experimentar y compartir estas historias visuales con el mundo.
La fotografía se ha convertido en más que una afición; se ha convertido en mi pasión, me ha enseñado a ver el mundo de manera diferente, a apreciar los pequeños detalles y a encontrar belleza en lo ordinario.
Así que si alguna vez te encuentras perdido en medio de la oscuridad, te animo a buscar esa chispa de pasión que te haga sentir vivo, porque a veces, en los momentos más inesperados, es cuando descubrimos nuestro verdadero propósito, y para mí, ese propósito es capturar la belleza del mundo a través de la fotografía.